Una de las razones del precio que alcanzan los tatuajes es la cantidad
de gastos que se generan en torno a ellos. No sólo el tiempo del tatuador o su
caché, sino gastos de alquiler, luz, agua, maquinaria...
Uno de los mayores gastos en esa factura (si quitamos el material) es
la factura de la
luz. Hay que pensar que la mayoría de aparatos usados son
eléctricos, por lo que esta factura puede subir mucho. Veamos cómo conseguir
rebajarla lo máximo posible.
Tarifas económicas
Hoy en día, el mundo
de la comercialización de la electricidad ha sufrido grandes cambios,
liberalizando y permitiendo la creación de tarifas más económicas.
No sólo han entrado
compañías low cost, sino que también existen una gran cantidad de tarifas que
se adaptan al máximo a las características de cada suministro.
La discriminación
horaria puede ser algo muy rentable para tu negocio, dependiendo de los
horarios en que hagas más gasto.
Intenta hacer una
revisión de tus facturas, horarios y precios, por lo menos, cada año. Una buena
revisión de tu tarifa puede llegar a suponer un gran ahorro en tu factura de
luz.
Revisa la potencia contratada
En este tema es mejor
pasarse que no llegar, puesto que si no tienes potencia suficiente te pueden
saltar los plomos (algo muy peligroso en mitad de un tatuaje).
Sin embargo, la
potencia puede llegar a convertirse en la parte más alta de la factura de la
luz. Si ya llevas tiempo con tu negocio, mira los estudios de potencia que
tienen algunas compañías para ver si tienes la potencia contratada por encima
de lo necesario.
Iluminación económica
La iluminación es algo
básico en un estudio de tatuajes. Es importante intentar aprovechar al máximo
la luz natural, no sólo por el ahorro que supone sino porque es mejor tatuar
con luz natural.
Sin embargo, siempre
se utilizan varios puntos de luz y necesitamos una gran iluminación. Uno de los
aspectos más importantes para ahorrar es usar bombillas LED. Pese a que son más
caras que las bombillas convencionales, a corto plazo salen muy rentables,
puesto que gastan un ochenta por ciento menos.
Desconecta los aparatos cuando no los uses
Puede que no te lo
creas, pero el stand by de los aparatos se lleva el diez por ciento de tu gasto
en electricidad. Cuando no estés usando algo, apágalo y, al cerrar el estudio,
deja todos los aparatos desconectados (si tienes nevera, ésta no).
Centralización de aire acondicionado
Estos sistemas, que
consisten en un equipo de climatización único que reparte el aire en todas las
estancias a través de conductos y se puede regular por termostato, son más
económicos y utilizan menos energía.